También conocida como Hemograma o Conteo Sanguíneo Completo (CSC), la biometría hemática es el examen mediante el cual se inspeccionan los tres tipos de células que componen la sangre: glóbulos rojos, encargados de transportar oxígeno; los glóbulos blancos, a cargo de combatir las infecciones; y plaquetas, responsables de detener las hemorragias mediante la formación de coágulos.
Gracias a a este análisis clínico se puede identificar la información específica y detallada del estado general de salud del paciente, al igual que permite conocer otros valores, por ejemplo, los niveles de hemoglobina y hematocritos, reflejando el paso del oxígeno a los tejidos como el dióxido de de carbono hacia los pulmones y el volumen sanguíneo.
La biometría hemática nos ayuda a descifrar ciertas inconsistencias en el volumen de líquidos como pérdida de sangre, deshidratación de infecciones, alergias , glóbulos rojos, y problemas de coagulación, etc.